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lunes, 11 de marzo de 2013

Reflexiones de un futuro incierto


Las siguientes palabras intentan ser una reflexión de lo que se nos viene encima. Creerme que de verdad deseo que alguien de vosotros en el futuro me diga "te has equivocado hablando hace años", porque de verdad que me sentiré orgulloso de tragármelas.

Europa está fijando un rumbo encabezado por Alemania, rico y poderoso pero que tiene sus manzanas podridas como cualquier cesto de fruta. Pretende imponer un modelo social en que las personas se conviertan en trabajadores esclavos de su futuro hasta el día de su muerte.

No sería descabellado, pero pensemos si un albañil o un conductor de camión puede seguir con su trabajo con 85 o 90 años, o cualquier otra profesión en la que la edad juega en contra.

Porque las personas mayores son fuentes de conocimiento y no muebles para dejarlos apartados, que tienen vivas sus capacidades de realizar trabajos como cuidar de los nietos, enseñar o ayudar a otras personas, pero no por imposición hasta que la muerte llame a su puerta. Y menos si el trabajo es motivo de subsistencia para evitar que ese eterno descanso no llegue más pronto que tarde.

El futuro es muy negro y se acerca un tiempo muy complicado, en el que no descarto una guerra, no mundial sino social, donde las multinacionales y todopoderosos obnubilados en sus inmensas fortunas verán peligrar su pescuezo cuando los más necesitados, y hablamos de muchos millones de habitantes en el planeta, pierdan el miedo y opten por la lucha sin cuartel, dando el todo por el todo.

Muchos códigos de honor y el hambre como el más contundente, afirman que es mejor morir luchando a esperar que llegue lentamente a ti a lo largo de un duro y largo tiempo lleno de sufrimiento. No existe en el planeta elixir más eficaz que el perder el miedo y enfrentarse a quienes han permitido llegar tan lejos, y que siguen ahondando en el problema sin piedad.

El tercer mundo ya no está a cientos o miles de kilómetros, se propaga entre nosotros como una espesa neblina que envuelve todo, salvo a los de la cima. Pero que no duerman tranquilos pensando que matones, guardias o personas asalariadas con grandes fortunas serán capaces de detener una marea humana de tales dimensiones.

Hablamos de un tsunami, una bola de nieve que posee tanta fuerza que una vez empiece a rodar nada ni nadie será capaz de detenerlo. Pobres de aquellos que se encuentren en la trayectoria, porque serán devastados cual Hiroshima bajo los efectos de una bomba nuclear.

Se cuece una mezcla explosiva, peligrosa e incontrolable. Si estalla, el apocalipsis estará servido y la sociedad o los sistemas actuales que damos por buenos serán reescritos después de tiempos muy difíciles.

Nos incumbe a todos y el que quiera mirar para otro lado adelante, pero será por simple y pura cobardía de no querer pensar que futuro estamos sembrando y que podemos esperar de el.

Desearía que estas palabras fuesen rebatidas o reafirmadas, demostrando que sois parte de una masa viva y activa. Compartirlo, reenviarlo o hacer lo que más os guste, pero despertar a los que duermen y que opinen acerca de lo que realmente es preocupante.

Os dejo la pelota en vuestro tejado. Aunque sea una elucubración mental, en el fondo intenta remover algo dentro de vosotros, que demuestre que sois personas despiertas y no seres inertes.

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