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viernes, 19 de agosto de 2011

El fluir como principio del todo, por Oliver Pérez

Hoy tuve un momento en el que mi vena pseudofilosófica se ha despertado y es por ello que escribo esta nota para tratar de expresar lo que me ronda en la mente.

Estamos en un momento donde la sociedad, las personas, la naturaleza, y en general todo aquello que nos envuelve, rodea y forma parte de nuestro día a día ha perdido parte de la energía vital con la que ha sido creada en su origen. Es por ello que muchas de las 'enfermedades' que sufrimos hoy en día vienen derivadas del estancamiento de un fluir que durante centenares de siglos y milenios ha sido como el respirar, algo tan natural y continuo, que ha mantenido el equilibrio dentro del todo del cual que formamos parte.

Pero por intereses políticos, religiosos, sociales o estratégicos, se ha ido corrompiendo algo tan grande y a la vez sencillo: un gran sistema que no deja de ser como una máquina llena de engranajes. Muchas ruedas que debieran girar al son y permitir el avanzar, pero se han oxidado porque unos pocos no quieren que se mantenga engrasada, sino un chirriar constante que favorece a los bolsillo de empresarios, miembros de altas esferas de la curia religiosa, políticos y manos en la sombra (y otros tantos que desconozco, porque saben esconderse demasiado bien).

Por todo esto he llegado a una reflexión que es humilde pero de gran calado y contenido. Dejemos que la energía que llevamos dentro pueda fluir entre nosotros, libremente y sin trabas, favoreciendo una renovación y un nuevo despertar o regeneración de la charca de agua quieta y que nos contamina. Un proverbio reza que debiéramos ser como el agua, flexibles o contundentes, según como se necesite y el momento lo requiera.

Si los ciclos fluyen, la situación que vivimos experimentará cambios muy positivos para todos, porque somos iguales y la humildad debe ser la premisa fundamental para no dejarse arrastrar por deseos o tentaciones de poder, riqueza o superioridad. La naturaleza es un sistema vivo donde la energía gira en ciclos donde los flujos energéticos son ascendentes y descendentes, llegando a todas partes.

Seamos un mínimo de inteligentes y aprendamos que hasta el más infravalorado en la sociedad pueda aportar un grano de arena, que dentro del movimiento llegará a la cima de la montaña y generará cambios importantes, que favorecerán a todos los eslavones, tarde más o menos tiempo, pero que será imparable.

Nuestra es la decisión, las actitudes y los pasos para lograr que todo fluya o siga estancado. Yo tengo claro mi opción y es ayudar a continuar el flujo que todo lo renueva.

Muchas gracias a todos por leer mis reflexiones. Oliver Pérez

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